La gran mayoría de los niños/as, adolescentes y jóvenes sufren en algún momento algún tipo de déficit emocional, como: baja autoestima, imagen negativa de sí mismos, inadecuada gestión de las emociones, falta de habilidades sociales, tristeza, miedo, rabia, escasa motivación, poco sentido a los estudios, etc.
 
Mi objetivo, en estos casos, es que desarrollen habilidades, estrategias y recursos  para su mejora y tengan así unos nuevos recursos y habilidades para su desarrollo personal e integral. Baso mis intervenciones en la Pedagogía, donde a a través del esfuerzo, la motivación, las habilidades sociales, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo se generan escenarios de desarrollo pleno.